CALIGRAMA
POESÍA VISUAL: CALIGRAMALos caligramas son poemas visuales, que consisten en dibujar con las palabras, de manera que la palabra pueda ser percibida no solo como sonido ( ritmo), sino también como imagen, como forma.
Esta forma de escritura surgió de los movimientos vanguardistas y su autor es el francés “Apollinaire”, estas experimentaciones con el lenguaje llegaron a Chile a través de Vicente Huidobro.
heme
pues aquí
soy el frondoso
árbol genealógico
de toda poesía vieja o nueva
sea adánica, edénica o satánica
algunas de mis hojas caen es cierto
pero esponjan la tierra se hacen abono
mis mejores frutos estallan sobre las cabezas
de quienes se van por las ramas ramoneando
o de quienes dormitan y roncan bajo mi sombra
la verde verdad de mi follaje busca más y más cielo
por eso mis raíces se hunden en el subsuelo
acepto riego y podas mis, pájaros cantan
me olvido de esos que acuchillan mi corteza
borro sus nombres mientras voy creciendo
me asustan los hacheros que cumplen
órdenes municipales o ministeriales
¿Qué daño hago yo a nadie?
A TI QUE MIRAS
TE RUEGO
RESPETAR
Y AMAR
CADA
RAMA
TODA
HOJA
CADA
HOJA
TODO
NUDO
DE MII
TRONCO
Y POR FAVOR
NUNCA ORINES
AQUÍ EN MIS RAÍCES
( Eduardo Llanos, Chileno)
CAPILLA ALDEANA . Vicente Huidobro
Ave
canta
suave
que tu canto encanta
sobre el campo inerte
sones
vierte
y ora-
ciones
llora.
Desde
la cruz santa
el triunfo del sol canta
y bajo el palio azul del cielo
deshoja tus cantares sobre el suelo
une tus notas a las de la campana
que ya se despereza ebria la mañana
evangelizando la gran quietud aldeana
es un amanecer en que una bondad brilla
la capilla esta ante la paz de la montaña
como una limosnera está ante una capilla
se esparce en el paisaje el aire de una extraña
santidad, algo bíblico, algo de piel de oveja
algo como un rocío lleno de bendiciones
cual si el campo rezara una idílica queja
llena de sus caricias y de sus emociones
la capilla es como una viejita acurrucada
y al pie de la montaña parece un cuento de hada
junto a ella como una bandada de mendigos
se agrupan y se acercan unos cuantos castaños
que se asoman curiosos por todos los postigos
con la malevolencia de los viejos huraños
y en el cuadrito lleno de ambiente y de frescura
en el paisaje alegre con castidad de lino
pinta un brochazo negro la sotana del cura
cuando ya la tarde alarga su sombra sobre el camino
parece que se metiera al fondo de la capilla
y la luz de la gran lámpara con su brillo mortecino
pinta en la muralla blanca como una raya amarilla
las tablas viejas roncan, crujen, cuando entra el viento oliendo a rosas
rezonga triste en un murmullo el eco santo del rosario
la oscuridad va amalgamando y confundiendo así las cosas
y vuela un “ángelus2 lloroso con lentitud del campanario.